Hace 40 años que decidió dejar de poner “peros», obstáculos y miedos en su vida y encontró un camino a la felicidad como ella lo llama. ES MEJOR BENDECIR QUE MALDECIR. Otorgar un gracias desde el interior abre más posibilidades que seguir pensando “no puedo». Mabel Katz tuvo que aprender que no siempre el razonamiento lógico y puntual de todos los problemas que ocurrían a su alrededor y en su vida personal era la mejor manera de abordar las cosas.
