«El movimiento de preocupación por el medio ambiente y su degradación
ha llegado, en España como en otros países,
a este momento clave. Hasta hoy ha dominado, en bastantes ocasiones,
la retórica. Pero los discursos no suelen traducirse en resultados
si no se abordan las preguntas básicas:
¿Cuánto cuesta el cambio que proponemos?
¿Quién va a pagar? ¿Cómo lo hará? ¿En cuánto tiempo?»
Manuel Ludevid
Daniel Goleman en “Inteligencia Ecológica” hace referencia al concepto de “sostenibilidad medioambiental” que deberán desarrollar las empresas si quieren sobrevivir. Sin matices.
Pero la pregunta es ¿cómo?, y Luis nos envía a El Lector Alternativo Opina información sobre un libro que puede tener las respuestas.
“La respuesta ambiental. Estrategias económicas y sociales” de Editorial Aresta es un texto realista y práctico que lejos de grandes discursos teóricos y utópicos trabaja con los pies en la Tierra y con todos los agentes sociales implicados en el tema medioambiental. Resume las estrategias que pueden adoptar los gobiernos, las empresas y los ciudadanos ante este reto y une dos mundos hasta ahora divorciados o desintonizados: empresa y ecología.
Su autor es Manuel Ludevid, economista, historiador y asesor ambiental, que ya ha escrito otros 4 libros sobre el tema y que fue Director Ejecutivo del Programa de la UNESCO “Dimensiones Humanas del Cambio Global en el Medio Ambiente”, profesor en la escuela de negocios ESADE de Barcelona y director de postgrado “Gestión Ambiental de la Empresa” en el IDEC de la Universitat Pompeu Fabra.
Esta es la introducción del libro y aquí está el índice:
LA RESPUESTA AMBIENTAL (Editorial Aresta)
En la historia de los nuevos movimientos sociales que comportan cambios significativos, se produce un momento decisivo que señala el final de la retórica y el principio de la transformación real de las cosas. Es el instante en que se plantea una pregunta clave: “¿Quién paga esta factura?”. Nos referimos, claro está, a la financiación de los gastos e inversiones que significa asumir el avance social del que es portador el nuevo movimiento.
Este momento crucial ha aparecido ya a lo largo de la historia de los países más desarrollados de Europa en relación a la Seguridad Social pública, a la igualdad de la mujer en el trabajo o a la garantía de incorporación de colectivos desfavorecidos al mercado laboral.
Plantearse esta pregunta en el momento adecuado es importante, y si no que se lo pregunten a los ciudadanos de Estados Unidos que se interrogan, cada día que pasa más angustiados: ¿Cómo pagar la factura que supone la creación de un sistema público y universal de Seguridad Social en el país?
El movimiento de preocupación por el medio ambiente y su degradación ha llegado, en España como en otros países, a este momento clave. Hasta hoy ha dominado, en bastantes ocasiones, la retórica. Pero los discursos no suelen traducirse en resultados si no se abordan las preguntas básicas: ¿Cuánto cuesta el cambio que proponemos? ¿Quién va a pagar? ¿Cómo lo hará? ¿En cuánto tiempo?
Las vías de solución de todos los problemas ambientales importantes de nuestro tiempo se hallan ante esta tesitura y muy en especial en nuestro país. Tanto si hablamos de la garantía de suministro y de la calidad del agua, como si nos referimos a la utilización de fuentes y tecnologías energéticas con menos emisiones o a la gestión más eficiente de los residuos, se nos plantean una y otra vez estas preguntas.
Y tanto si tratamos de un problema muy local (como un acuífero contaminado por la deyección de purines en un pequeño pueblo ganadero) como si abordamos cuestiones de ámbito mundial (como son las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático).
Llegados a este punto, aparece con toda claridad la imprescindible relación entre economía y medio ambiente o, más exactamente, entre políticas ambientales y políticas económicas. Y observamos cómo, en este terreno, las distancias tanto conceptuales como prácticas son todavía enormes. El mundo teórico y operativo de la política económica está todavía muy alejado de los principios que inspiran las teorías y las políticas ambientales más avanzadas.
Este libro trata de las respuestas económicas y sociales al reto ambiental que tiene ante sí la sociedad del siglo XXI. Resume las estrategias que pueden adoptar los gobiernos, las empresas y los ciudadanos para cambiar el actual modelo de sociedad para hacer frente con éxito a los riesgos ambientales que amenazan nuestro futuro. Estrategias todas ellas encaminadas a responder a aquella pregunta decisiva.
El primer capítulo está dedicado a exponer la relación que existe entre el sistema económico y empresarial por un lado y los sistemas naturales por el otro. Se explica cómo la empresa y los mercados han de incorporar en su contabilidad y en su sistema de precios los costes y los beneficios ambientales que se derivan de la acción humana.
El capítulo siguiente discute la relación entre crecimiento económico y medio ambiente. Se trata de analizar cuáles son los factores críticos que condicionan el crecimiento económico en el mundo y hasta qué punto el medio ambiente constituye hoy un límite al modelo de crecimiento tradicional. Y, finalmente, cómo lograr compatibilizar crecimiento y respeto ambiental a través de la innovación tecnológica y social.
Los capítulos tercero y cuarto responden al propósito central del libro: inventariar y describir seis tipos de estrategia económica y social de respuesta al reto ambiental, y aplicarlos luego a un ejemplo de gran actualidad: el transporte. Estas estrategias son: la inacción, la norma obligatoria, el principio “quien contamina paga”, la eco-eficiencia, la eco-suficiencia y el decrecimiento voluntario.
Los dos siguientes capítulos abordan dos elementos clave para la aplicación de cualquier estrategia de cambio: la percepción social y el liderazgo político. En efecto, toda estrategia de éxito requiere que la sociedad a la que va destinada comprenda y evalúe de una forma positiva tanto el problema ambiental de que se trata como la solución propuesta: sólo así se puede esperar un progresivo cambio de hábitos y de conductas. Por otra parte, romper las inercias existentes requiere un fuerte liderazgo político al más alto nivel, capaz de hacer frente también a los inmovilismos de todo tipo.
Sitio oficial: Editorial Aresta
En El Blog Alternativo: Medioambiente
En El Blog Alternativo: Empresa