
El artista que os presento hoy se llama Liu Bolin y nació en Shandong, una región al este de China. En sus fotografías, Liu se pinta a sí mismo y a algunos colaboradores de forma que parecen traslúcidos…
No hay Photoshop ni nada que se le parezca: sólo creación artística
Todo comenzó a raiz de que las autoridades chinas, tan abiertas ellas, decidieron cerrar el taller de Liu en Beijing en el 2005. La separación de su lugar de trabajo y expresión artística supuso para nuestro artista una experiencia dolorosa de aislamiento de la sociedad, que tradujo en estas fotografías donde se muestra precisamente la distancia que había entre él y el entorno que lo envolvía.


De hecho, en muchas ocasiones la gente que pasaba delante de él ni se daba cuenta de que estaba allí: era, por completo, un «hombre invisible«.

Las fotografías transmiten cierto desasosiego, cierta sensación de intranquilidad, como si quisieran comunicarnos la soledad que vivía Liu cuando las realizó.
Por suerte, y gracias a Internet, el trabajo de este talentoso fotógrafo ha llegado a todo el mundo.
Muchas veces, hay emociones y situaciones difíciles que crean obras de arte. No conocer las circunstancias y las motivaciones que las crearon, para mí, es mutilar en parte la comprensión y las dimensiones de la creación artística, que habla muchas veces un lenguaje que trasciende el intelecto.
Gracias, Liu, por hablar directamente con nuestra propia soledad.
Vía: Revista Privilege