Roger Fouts, psicólogo comparativo
Nunca nos cansaremos de defender los derechos de los animales dentro del espacio que compartimos en este planeta. Si bien todos los seres vivos merecen nuestra atención, quizás los que están más cerca de nosotros en la escala evolutiva deberían suscitarnos más respeto si cabe…
Roger Fouts es psicólogo comparativo y profesor en la Universidad de Wasinghton. En 1987 visitó junto a Jane Goodall un laboratorio de investigación biomédica en Maryland. Lo que vieron allí los marcó para toda su vida.
Los chimpancés estaban en jaulas minúsculas, del tamaño de un refrigerador pequeño. Tenían la misma mirada perdida que Jane había visto en muchos niños africanos desnutridos: se habían rendido, eran sólo chimpancés. Los que ambos habían conocido en circunstancias normales no habrían dudado en intentar algún tipo de contacto social.
Y lo más triste de todo, quizás, era la absoluta indiferencia con que los científicos que trabajaban allí les enseñaron a aquellos individuos confinados y sin esperanza. Habían perdido todo rasgo de compasión.
Desde entonces, Roger ha estado trabajando en la comunicación entre chimpancés y humanos, además de intentar mejorar las condiciones de vida de los primates usados para experimentación científica: su último e interesantísimo proyecto es la creación de Santuarios Nacionales para chimpancés.
En la actualidad, cuando un individuo ya no sirve para la experimentación biomédica, se le confina en una jaula hasta el fin de sus días. Es la última crueldad para una especie tan sociable como la de los chimpancés. Roger Fouts propone que se creen espacios abiertos donde puedan vivir sus últimos años en paz.
Es lo mínimo que se merecen después de toda una vida dedicada a la «salud pública».
Os dejo con sus palabras en esta entrevista de La Contra de la Vanguardia del 27 de Julio del 2001
¿Recuerda su primer encuentro personal con un chimpancé?
Sí, fue en 1967, cuando conocí a “Washoe”.¿A quién?
Al primer no ser humano que ha adquirido un lenguaje humano. Había sido adoptada por otra especie, los doctores Garner, mis profesores de doctorado, que le habían enseñado el lenguaje de los sordomudos. Yo quería trabajar con niños con problemas de comunicación.¿Y acabó con chimpancés?
Era el único puesto de investigación financiado que quedaba.¿Le aceptaron?
La entrevista con los Garner fue fatal, dije todo lo que no tenía que decir, pero cuando me mostraron a “Washoe” ella se lanzó a mis brazos. Soy el único doctor que ha sido aceptado en un puesto universitario de investigación por la recomendación de un chimpancé. Aquel abrazo cambió mi vida….Y la de “Washoe”…
Sí, ya llevamos 35 años juntos y nos comunicamos únicamente con el lenguaje de los sordomudos. En los primeros cuatro años llegó a aprender 160 signos.¿Y de qué habla con ella?
De las cosas típicas de las familias: “¿Vamos a salir?, ¿me haces cosquillas?, ¿juegas conmigo?”… Es sorprendente cómo “Washoe” pone en su sitio a los estudiantes que vienen a trabajar con nosotros.¿Por qué lo dice?
Siempre quieren enseñarle algo nuevo. En una ocasión uno no sabía cómo se decía nuez, entonces “Washoe” cogió un montón de revistas, buscó la foto de una nuez, y se la enseñó repitiendo lentamente los signos.¿“Washoe” se ha relacionado con otros chimpancés?
Su primer contacto lo tuvo a los cinco años, cuando nos trasladamos a la Universidad de Oklahoma. No le hacían mucha gracia sus congéneres, les llamaba “bichos negros”. Pero cuidaba de los pequeños.Y en libertad,¿cómo se comunican entre ellos?
Después de este proyecto, a finales de los años setenta, descubrimos que los chimpancé se comunican por gestos y que las comunidades tienen dialectos gestuales diferentes.¿“Washoe” se comunicaba con los otros chimpancés en el lenguaje de los signos?
Sí, en 1979 tuvo una cría que murió y buscamos un bebé para que lo adoptara. A“Loulis” le enseñó todos los signos. Entre generaciones es posible la transmisión cultural, lo que aprenden lo enseñan.¿Qué pasó entre “Washoe” y los otros chimpancés?
Queríamos estudiar cómo se relacionaban entre sí, todos se habían criado con el lenguaje de los sordomudos. Pero en la Universidad de Oklahoma querían utilizarlos para investigación biomédica, la mayoría se quedaron de cobayas de laboratorio, pudimos salvar a “Washoe” y a “Loulis”. Dieciséis años más tarde volví a visitar a uno de ellos.¿Cómo estaba?
Le habían inyectado el virus de la hepatitis C. Estaba en una pequeña jaula, se acordaba de mi nombre y empezó a hablarme con el lenguaje de los signos.¿Y qué le contó?
Que le ayudara a salir de allí. Le dije que me tenía que ir y lo aceptó con tristeza.¿Tienen conceptos morales o éticos?
Cualquier especie en la que la madre castiga a las crías tiene un sentido de lo que está bien y lo que está mal. Los chimpancés son capaces de adoptar nuestras normas, piden perdón si se equivocan, sienten simpatías y antipatías. Le contaré un caso.Que sea alegre.
Una de las estudiantes que trabajaban con “Washoe” se quedó embarazada. A“Washoe” le fascinaban los embarazos. La estudiante perdió al bebé y estuvo semanas de baja.¿Y “Washoe” se enfadó?
Sí. La chica le explicó que no había ido a verla porque se había muerto el bebé que esperaba. Entonces “Washoe” le dijo: “Estoy llorando” y la abrazó tiernamente.Increíble.
Sí, yo he aprendido muchas cosas de ella. Ahora estamos estudiando las conversaciones que se dan entre un grupo de cinco chimpancés y las que tienen con nosotros.¿Y?
Cuando yo digo “¿qué?” o “no te entiendo”, ellos reparan la conversación repitiéndomelo dicho y añadiendo más signos para clarificarlo, y si digo “ya no quiero hablar más”, cambian de tema para seguir hablando.¿Entre ellos utilizan siempre el lenguaje de los sordomudos?
No sólo eso, sino que se hablan a sí mismos como cuando nosotros pensamos. Usan los signos de forma muy imaginativa. Incluso se cuentan mentiras.¿Y de qué hablan con ustedes?
A ellas les gusta mirar y comentar revistas. A “Washoe” le encantan los zapatos y nos pide revistas de zapatos, a “Moja” vestirse y siempre nos pide vestidos rojos. “Tatu” es la que está a cargo de todo y nos dice cuándo es la hora de comer o de ir a dormir. Son personalidades muy diferentes.¿Qué pensamiento le ha impactado más de un chimpancé?
En una grabación vimos que “Moja”, sentada en un rincón, reiteraba tres signos: rojo, llora, calla… No entendíamos, pero estaba con nosotros un amigo poeta y nos dijo: “Esto es una rima, una iteración literaria. ¡Estaba haciendo poesía! Su mente es un misterio, como la nuestra.¿Dónde está la diferencia?
Está en el grado, no en la calidad.
Más información: Unión Vegetariana
En El Blog Alternativo: Liberación Animal
En El Blog Alternativo: Marc Bekoff, etólogo y experto en conducta animal:»Los animales aman sin dobleces»
6 octubre 2009 13:09
Uff, que duro. Pensamos que no tienen sentimientos solo porque nosotros no podemos contactar con ellos. Ellos si lo hacen a su manera pero estamos tan ciegos que no queremos ver que Todos los animales son Seres Sintientes. Nos creemos el ombligo del mundo y no nos damos cuenta que a su vez nosotros estamos siendo también sometidos. |Seamos conscientes de una vez por todas de que TODOS SOMOS UNO|.
6 octubre 2009 16:09
Me ha encantado la entrevista y sinceramente creo que yo la daría a «Washoe» varios Ministerios: sanidad, defensa, familia y economía.
No tengo la más mínima duda de que nos iría mejor…