
Alejandro Amenábar
AGORA narra la historia de Hypatia, una mujer erudita y sabia que enseñó Astronomía y Matemáticas en La Escuela Neoplatónica de Alejandría (Egipto). Aunque no existen muchos datos concretos sobre ella, se sabe que murió linchada por su condición de pagana en una sociedad marcada por las luchas de poder entre las religiones coexistentes y el Imperio Romano. También se la asocia con la destrucción de la biblioteca de la ciudad, aunque también sin referencias históricas exactas.
Con todos estos ingredientes se cocinó la película. De entrada puede parecernos una más de esas de corte histórico, con aventuras, batallas e historia de amor. El bueno de Alejandro Amenábar nos ha puesto un marco genial al filme, pero el cuadro tiene muchas lecturas e interpretaciones que no encajan en esa categoría. La más clara, la dualidad del ser humano: el ángel y el demonio. Y el cómo históricamente se ha tendido hacia el segundo más que hacia el primero.
La película nos muestra la tierra como:
a) un sitio en el que sus habitantes se matan por el poder bajo el santo y seña que sea, usando la lógica como un instrumento para generar credo.
Y b) un sitio en el que existen personas que luchan y trabajan para poder comprenderlo mejor, para entender el significado del universo y de la creación, para unir.
La ignorancia supina y la comprensión global. Camino necesario el primero para poder llegar al segundo, afirman algunos.
Para hacerlo la historia se apoya en el arquetipo de mujer, de la energía femenina expresada con naturalidad, de la mujer libre que no depende de los hombres sino que les enseña. Una mujer que consagra su vida a su propósito y no al propósito que se le supone.
Hypatia es la representación del Maestro clásico. Sabia, preocupada por sus alumnos a los que considera una fraternidad, y consciente de su papel como transmisora y no como fuente. Amenábar consigue a través del papel de Rachel Weisz, la actriz, una apreciación más importante de sus cualidades que de su belleza como mujer, que por supuesto tiene. Sus clases, su interés por descubrir el funcionamiento del sistema solar, el desvivirse por contribuir al conocimiento del Hombre, su total entrega a su cometido incluso renunciando a sus deseos, su sentido fraternal del grupo… todo ello te cautiva, te hace entrar en un estado de sintonía y de identificación con ella.
http://www.youtube.com/watch?v=7o8PVdS6iZE&hl=caEntonces entra Amenábar; magistral, él también. Porque nos contrapone a la figura de Hypatia un ser humano ignorante, bruto, zafio y gañán. Un Hombre fanático, sin reflexión, que usa la lógica como un arma y no como una herramienta, que prefiere banderas o símbolos a conceptos o abstracciones.
Hypatia simboliza lo que podríamos ser, lo que deberíamos ser o tender a ser. El Hombre bruto es lo que somos hoy en día. Actitudes y comportamientos en la película son tremendamente similares a los de hoy, incluso iguales…
El director nos regala momentos sublimes (casi idílicos) sobre la fraternidad, la comunidad que vive y evoluciona en comunión, que aprende y se interesa por su entorno, a la que le importa el lugar donde vive y también sus semejantes y que se pregunta por lo trascendente a través de la filosofía y no de la creencia ciega.
Ese ideal arquetípico al lado de los actos brutos y sucios de unos y otros, todos ellos preocupados por el poder, por su condición y lugar social y por su reconocimiento, supone tal contraste que en momentos incluso deprime. En nombre de banderas, imágenes, ideas o preceptos, el ser humano ha cometido actos deleznables, horribles, completamente en contra de las leyes de la vida.
Amenábar, además, no se contenta con hacer esa comparación a través de imágenes mundanas, sino que usa otros recursos, como la visión de la tierra desde el espacio. Eso enfatiza esas sensaciones. Lo consigue especialmente en una, sublime, en que en medio de una sangrienta batalla cambia a un plano del espacio, completamente estrellado, que va desplazándose hasta que aparecen la tierra y la luna en medio de la inmensidad. De fondo, el griterío de los hombres y mujeres luchando y despedazándose. Resulta difícil alejar la sensación de que la tierra es cómo un patio de colegio lleno de energúmenos indignos de formar parte del universo.
Seguidamente otra vez Hypatia y su filosofía, y así hasta el final. Una montaña rusa de emociones que se convierten en un espejo en frente de la raza humana, contrapuesto al camino que deberíamos seguir.
Decididamente un buen retrato de lo que el ser humano ha hecho y está haciendo desde tiempos inmemoriales. Y de cómo se ha alejado de su propio camino. Nos queda la esperanza de las Hypatias hoy existentes, pues continúan naciendo para dejar su legado, y de los alumnos que queramos seguir sus magistrales lecciones.
Más Información AGORA: Web Oficial
Más Información Alejandro Amenábar: Web Oficial, Wikipedia
Más Información Rachel Weisz: Web Oficial, Wikipedia
En El Blog Alternativo: Energía Femenina
18 octubre 2009 20:25
Me alegra haber conocido tu espacio, me parece interesante tu comentario y me alegra coincidir contigo en el plano social del relato.
Saludos
19 octubre 2009 13:49
Tengo ganas de ver esta película. La verdad es que promete. Me ha gustado mucho el post. Tendrían que contratarte los de publicidad, has hecho un alegato mucho mejor que los que ellos proponen en muchos casos. :)
19 octubre 2009 14:30
Respuesta e El Pinto: Hola, muchas gracias por tu comentario. He tenido el gusto de entrar el tu blog y darle un vistazo. Tu post de Ágora también me ha gustado, creo que te documentas muy bien y que expones tus argumentos muy ordenada y seriamente. Animo al resto de lectores a leerlo para complementar puntos de vista sobre la peli y su contenido.
Un saludo!
19 octubre 2009 14:44
Respuesta a Mónica: Hola, pues muy agradecido por la flor que me tiras. El objetivo de estos posts es acercar a los lectores películas, música y otras propuestas artísticas con contenido y que ayuden al crecimiento interno. Creo que esta película lo consigue, y como acostumbra a pasar con las de este tipo la crítica no ve más allá. Bueno, nosotros sí hemos visto algo y creemos importante publicarlo para aquél al que le pueda interesar. Ya nos dirás que te ha parecido cuando la hayas visto.
Un Saludo!
19 octubre 2009 16:53
Querido Karolus y todo el grupo, me sentí muy identificada con la descripción que hacen de Hypatia, hace años que leí de ella en el libro Cosmos, de Carl Sagan… me conmovió que colocaran el artículo de Mujeres Paganas como un «artículo relacionado» con éste. Gracias de verdad por ese regalo tan temprano en la mañana.
Me llamó la atención que en el título utilizaran la expresión «El Hombre» para referirse a los seres humanos… yo hubiese utilizado «La Humanidad»… aunque puedo intuir algo de ironía en el asunto… ¿es así?
;-)
Que la Diosa les siga bendiciendo,
Leti.-
19 octubre 2009 17:28
Hola Leticia. Fíjate en lo que es la sincronía: nosotros mencionamos el artículo de Mujeres Paganas y tu mencionas a Carl Sagan, a quién personalmente admiro y espero algún día le pueda dedicar algunos artículos en el blog.
Me alegro que te identifiques con lo que mencionanos en el post, sobretodo por tu sensibilidad y conciencia respecto al tema de la energía femenina.
En cuanto al tema de «El Hombre» has tenido ojo avizor, pues efectivamente hay algo de ironía y, si me permites, puñetería. En general puse “el hombre” en lugar de “la humanidad” o “el ser humano” porque inconscientemente “el hombre” se asocia al sexo masculino y las otras dos acepciones se relacionan con el conjunto que todos formamos.
Lo que pasa en la peli está íntimamente ligado a ello: los conflictos son generados por hombres.
Hypatia se niega a apoyar la violencia y la batalla. Defiende a sus alumnos (todos hombres) como hermanos. Se planta delante de los órganos de gobierno (los del imperio romano y los religiosos, comandados por hombres) con la diplomacia y el argumento como bandera. Por todo ello, quise dejar ese concepto como intrínseco sin entrar en debates más profundos pues el sentido de la peli es universal y es un modelo positivo para mujeres y hombres.
Además, siendo ella un arquetipo femenino gestiona excelentemente la energía masculina a través de su voluntad, su firmeza, su contundencia, su fuerza y su valor. Eso me pareció buenísimo, porque plantea una mujer arquetípicamente femenina con una muy buena gestión de su energía complementaria.
En estos tiempos se viene diciendo que cuando las mujeres tomen las riendas otro gallo nos cantará. En el caso de Hypatia, demasiada testosterona decapitó al gallo. Por eso esta película, entre otras muchas cosas, nos recuerda que nuestro lado femenino es imprescindible para el cambio de era. Como en todo, la correcta gestión de polaridades conlleva la expresión ideal. Por desgracia, el lado masculino de la humanidad se ha enfatizado demasiado.
Mi agradecimiento a tu comentario y a tu lectura detallada.
Un saludo!
19 octubre 2009 23:49
He aquí un buen ensayo sobre Hipatia que arroja mucha luz sobre esta figura histórica; y pone de paso en entredicho lo que nos cuenta Amenábar con sus 50 millones de ‘razones’…:
Teclead en Google «Las mil muertes de Hipatia».
20 octubre 2009 11:03
Hola Anónimo. Gracias por tu recomendación. Podéis leerla aquí: http://www.cinemanet.info/2009/10/hipatia_y_agora/
Añadiré que me posiciono en no polemizar. En general, toda figura histórica de la que se tengan pocas referencias concretas causa polémica y diferencias. La película no pretende dar una explicación histórica sino una representación de los valores de Hypatia, una visión cosmológica de el ser humano y una reflexión sobre el fanatismo alentado por el poder establecido. Si bien es cierto que los cristianos quedan mal parados, tampoco los judíos y los paganos se salen de rositas. Nos habla de la condición egoísta de el hombre, bajo la bandera que sea. La muerte de Hypatia en el filme es una ficción, o una versión, y cierto es que hay errores de bulto en algunos detalles. Tambien hay grandes aciertos, sobretodo en las representaciones musicales (el Aulos y la música judía). Mi opinión es que el cine es arte, no historia. Debe documentarse bien y presentarlo todo correctamente, pero creo que Amenábar propone su visión y que intentar encajar un punto de vista abstracto con uno concreto es hacer un encaje de bolillos que puede llevar a la discusión infértil y al enfrentamiento. Deberían ser complementarios y no opuestos.
De todos modos, es estupendo poder leer este artículo que está muy bien elaborado y documentado. Y si AGORA genera polémica, es que algo tiene… ¿Verdad?
Un saludo!
20 octubre 2009 18:45
A mi lo que me gustaria ver hoy en dia, en la sociedad, es a alguna hypatia, porque me haria fan ipso facto. Y lo que tenemos a una Belen Esteban que estaría mejor en un zoo, con todo mi respeto por los animales que viven ahi ¿eh?
jejeje
20 octubre 2009 19:30
En nuestro tiempo hay muchas Hipatias, el problema es que como les sucedió a sus contemporáneos, quien no esté preparado para ello no las va a reconocer. Porque tal vez algunas Hipatias de nuestro tiempo se escondan detrás de personas atípicas, como por ejemplo, Belén Esteban. Es más fácil reconocer al héroe o heroina cuando se está a este lado de la pantalla.
20 octubre 2009 20:12
Chicas, chicos, no perdamos el norte: que con la altura que estaba teniendo este diálogo, y belén esteban se está adueñando de la escena…
Un abrazo a todos/as