VIII Feria Andaluza de la Biodiversidad Agrícola en Sevilla

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El hambre de beneficios rápidos, de lucro y de poder de las grandes multinacionales agroindustriales está acabando con la biodiversidad agrícola que tantos años costó conseguir. Las semillas autóctonas son el fruto del paciente trabajo de mujeres y hombres agricultores de todo el mundo. Estos agricultores han ido mejorando la adaptación de dichas semillas y, con ello, han garantizado la SOBERANÍA ALIMENTARIA de sus regiones participando también en la conservación de la cultura local.

La VIII Feria Andaluza de la Biodiversidad Agrícola y la III Feria Ibérica de la Biodiversidad Agrícola tendrán lugar en el Jardín Americano de Sevilla del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2011.

Organizadas por la Red Andaluza de Semillas «Cultivando Biodiversidad«, se trata de un encuentro abierto a agricultores, hortelanos aficionados, técnicos y particulares interesados en la agrobiodiversidad cuyos objetivos los siguientes:

  • recuperar la biodiversidad agraria en Andalucía
  • recuperar la tradición cultural y popular relacionada con la agricultura tradicional
  • y fomentar el comercio a escala local intentando evitar al máximo la actuación de intermediarios en el mercado de semillas, etc.

El programa se detalla aquí y comprende la realización de talleres, visitas a huertas, exposición de variedades locales de cultivo de los diferentes colectivos, intercambio de experiencias, talleres infantiles, etc.

Y para comprender la importancia de la biodiversidad y el intercambio de semillas, adjuntamos este texto explicativo tomado del blog Ladyverd:

red semillas - VIII Feria Andaluza de la Biodiversidad Agrícola en Sevilla

Las variedades de semillas y plantas tradicionales o locales son el fruto de antiguos y largos procesos de mejora llevados a cabo por agricultores según métodos tradicionales. Estos continuos procesos han creado unas variedades adaptadas a las condiciones climáticas y a los suelos de los lugares así como una resistencia superior a plagas y enfermedades locales.

De esta forma, el agricultor tradicional goza de mayor autonomía al poder ir seleccionando las semillas en función de sus necesidades. Además, el agricultor ahorra al no tener que recurrir a la compra anual de semillastal y como ocurre con los agricultores industriales y su relación con las multinacionales agroquímicas. Estas variedades están presentes en la gastronomía regional y campesina desde hace miles de años y forman parte de la cultura y la identidad de las distintas zonas.

Al haber sido seleccionadas por la agricultura tradicional, con un uso mínimo de aportes químicos,  estas variedades son fácilmente adaptables a la agricultura ecológica. Estas semillas se seleccionaron según criterios de adaptabilidad a los diferentes ecosistemas y a las características de la alimentación de la sociedad tradicional. Conservar este tipo de variedades equivale a conservar una cultura milenaria que debemos respetar. Por otra parte, los agricultores recuperan el control de sus cultivos y conservan los saberes y métodos tradicionales sostenibles que, de otra forma, pasarían al olvido.

Las variedades tradicionales no están sometidas a ningún sistema de propiedad privada que obligue a pagar derechos a ninguna empresa por multiplicarlas o guardar las semillas de un año para otro.

Entre agricultores, el intercambio de semillas era una tradición que se llevaba a cabo de forma gratuita y que fomentaba un tipo de investigación basada en la adaptabilidad y las necesidades reales de la población. Sin embargo, durante estas últimas décadas, los sistemas agrícolas tradicionales han ido desapareciendo, siendo sustituidos por otros sistemas industriales cuya finalidad no es otra que el rendimiento y el beneficio económico. Este tipo de agricultura, fomentada por las grandes compañías agroquímicas, esclaviza al agricultor y le hace dependiente de las semillas e insumos fabricados y vendidos por estas multinacionales. El agricultor pasa a ser un mero consumidor de semillas, limitándose a sembrar aquellas que se le proporcionan.

En este contexto, es de agradecer que aún queden agricultores que conservan sus semillas, así como el trabajo de las redes locales de semillas que luchan por dinamizar, fomentar y conservar estas variedades. Estas redes se encuentran por todo el territorio español e integran tanto a agricultores profesionales como a aficionados que conservan y producen variedades tradicionales y participan en redes de intercambio y resiembra. Para conseguir este tipo de variedades basta con acercarse o colaborar con alguna de estas redes locales.

Sitio oficial: Red Andaluza Semillas

Más info: Ladyverd

En El Blog Alternativo: «La agricultura natural es la única alternativa posible«

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