Hoy recuerdo
cuando de niña organizaba
aquel teatro de juegos y me disfrazaba
Hoy me sorprendo
porque dormido el recuerdo estaba
y de poco no despertaba.
Hoy recuerdo
cuando de niña a oficinas jugaba
con la tabla de coser que la abuela me sacaba
Hoy me sorprendo
porque escondido el recuerdo estaba
y de poco no asomaba.
Hoy recuerdo
cuando de niña la magia compartía
con los trucos de mentira que de la chistera me sacaba
Hoy me sorprendo
porque moribundo el recuerdo estaba
y de poco no resucitaba.
Hoy recuerdo
que no recordaba
una época en la que nada me importaba
Hoy recuerdo
que hace poco despertaba
para recuperar lo que soy que de poco no recordaba.
El otro día una amiga me contaba una anécdota de sus hijos así como quien no quiere la cosa. Es una historia sencilla pero a mí me ha inspirado este post y me ha conectado simbólicamente con lo que viene ocurriendo en los últimos más de cien años con la educación, el crecer y desaprender a ser.
Mientras unos padres le dicen a su hijo: «¡es que no tienes cerebro!», frase totalmente habitual para transmitir al niño que lo que hace no es nada razonable desde la razón y desde como veo yo que deben de ser las cosas, es decir, una frase sin sentido común y sobre todo falsa, ya que todos tenemos cerebro.
El hijo deduce que si no tiene cerebro, y en la vida no se puede ir sin cerebro, pues que en algún momento de la niñez se nos implanta el cerebro. Pensamiento, este sí, de todo punto razonable y lógico, puramente deductivo y nada que ver con la visión estrecha y particular del niño, puro sentido común universal.
Es por esto que un día cualquiera, jugando con sus amiguitos, les comenta: «¿sabéis qué?, a los cuatro años nos ponen el celebro». Sabio el niño que quiso ponerle una edad próxima a la que tenía, para así no seguir andando por la vida sin cerebro.
Los amiguitos, que confían en él y no van a dudar de tan sesuda conclusión llegan a casa y le dicen a su madre con corte serio y formal: «mamá, a los 4 años nos ponen el celebro». Y es así como tan simpática anécdota llega a mi vida…
Y así es. Me ha parecido tan enternecedora conexión la que hace el niño con su adiestramiento como ser humano hacia lo racional que me ha propiciado mi propia conexión con esa parte de mi, creativa, mágica de mi infancia, enterrada en algún lugar del bosque de la vida sensata y bien presentada.
Y escribo desde una doble alegría. Por un lado la ilusión de llegar a ver ese cambio que ya late en las escuelas hacia una educación más respetuosa con el desarrollo natural y ecológico del ser. Y que esperemos que no se cristalice en escuelas alternativas de precio inalcanzable sino que se extienda de manera universal, a todos los rincones ¡sea una realidad la educación para la felicidad!
Y por otro lado la certeza de un renacer de no pocos adultos que nos empeñamos en bucear en la ciénaga del inconsciente para recuperar recuerdos dormidos que nos hablan tan claro de quienes fuimos una vez, que nos impulsan a volver a ser, aquello que siempre quisimos ser, un ser real, auténtico, conectado con la verdadera esencia del self. Artísta, humanista, libre del máximo de cadenas y condicionamientos. Expresión del alma con el que un día cabalgaremos y al que un día, no lejano, regresaremos.
¡Escribe un poema cada día… y tu vida se hará poesía!
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AUTORA: Itziar Azkona
Terapeuta y Coach de PNL y New Code por John Grinder
También soy maestra de mi pasado, artesana de mi presente y aprendiz de mi futuro, algo mago merlín, maestra de Reiki y educadora para la Felicidad…
Web: http://www.coachingemodus.com/
30 marzo 2014 22:58
Me ha gustado el «post» (¿pq post Itziar?)
bien escrito y con un lenguaje que hace llegue muy fácil al lector lo que quieres transmitir. Por cierto que lo he leido en un momento que me hace pensar si te lo habré encargado yo escribirlo. Aunque he leído escritos tuyos que lo superan en profundidad me ha gustado sí.
Pero lo que además de gustar me ha enternecido son esos versitos «hoy recuerdo» y «hoy me sorprendo». Que bonito Itziar porfa sigue recordando y sorprendiendote también mañana y pasado mañana y al otro….
Pones corazón mimas y «cuidas» tus escritos, no importa lo profundo o sencillo que sean.
31 marzo 2014 08:51
Me ha encantado el escrito. Gracias.
1 abril 2014 10:44
Queridos Koldo y Ana,
Gracias por compartir que os ha gustado mi escrito. La verdad, es que siento que una vez que las palabras salieron de mis manos ya no me pertenecen y sois, realmente, vosotros, quienes le dais vida. Ojala sigamos caminando hacia el respeto de no necesitar educar sino enseñar a aprender. Yo he tenido la suerte de tener maestras que me han enseñado a aprender y me acompañan cada día en el camino hacia el SER.