
«Más de dos millones de productores cultivan 43,7 millones de hectáreas de tierra orgánica en todo el mundo; pero sólo representan un 1% de la agricultura a nivel mundial. La agricultura orgánica está aquí y ha venido para quedarse. Países como Bhutan y Dinamarca están dando grandes pasos para que el cien por cien de su agricultura sea orgánica. Y Centroamérica es, en estos momentos, un hervidero de productores y cooperativas que producen y comercializan esta agricultura. Ayudados, en muchos casos, por la experiencia de las ONG del área»
Bajo el título de «LA AGRICULTURA DEL CAMBIO. Los productores ecológicos y la cooperación, pilares de los procesos de desarrollo» se presenta la nueva edición de la revista esPosible nº 58.
Después de décadas de habernos vendido la «revolución verde» como la panacea y que la agricultura ecológica solo era cosa de hippies y pequeños cultivos pero no extrapolable más allá, ahora resulta que esa revolución era muy poco «verde.» Y que la relación con la tierra de nuestros abuelos y antepasados es la más productiva y sostenible.
Esta publicación profundiza en estos temas. Y nos explica que «la agricultura orgánica puede representar una oportunidad interesante para muchos productores centroamericanos. Y puede convertirse en una herramienta importante para mejorar su calidad de vida y sus ingresos».
«La agricultura convencional heredera de la Revolución Verde utiliza un arsenal de productos químicos de síntesis y técnicas erróneas de laboreo que destruyen esta rica vida subterránea. Debilitando la resistencia natural de las plantas a nfermedades y plagas. Al combatir las plagas y las adventicias con herbicidas y plaguicidas se provocan más ataques parasitarios. Esto obliga a aumentar la potencia o la cantidad de sustancias químicas, que a su vez destruyen la rica vida microbiana subterránea. Dejando un suelo estéril y aguas subterráneas contaminadas.
La agricultura ecológica lucha contra los parásitos y enfermedades mediante la utilización de técnicas preventivas. Como seleccionar las variedades y especies más adecuadas para el clima local, evitar los monocultivos y proteger a los enemigos naturales de los parásitos. En el caso de producirse una plaga se lucha contra ella con sustancias de origen vegetal y animal. O mediante depredadores y microorganismos de control biológico»
esPosible, la revista de la gente que actúa, se puede leer online o en pdf y a continuación adjuntamos la editorial y el índice del nº 58:
Mismos desafíos, soluciones adaptadas
Nuestra experiencia desde hace más de 20 años en el campo de la cooperación al desarrollo y la realización de más de 200 proyectos y programas de cooperación en América Latina y África nos ha enseñado que los desafíos de la sostenibilidad son los mismos en el Norte y en el Sur. Consiste en adaptar las soluciones a las características de cada entorno. Por eso es fundamental partir del trabajo conjunto con socios locales para impulsar procesos de transformación hacia la sostenibilidad en el conjunto de la cadena de producción.
El proyecto “Fortalecimiento de las capacidades productivas y asociativas de las familias productoras del Municipio El Tuma-La Dalia” es un ejemplo paradigmático. La iniciativa consiste en fortalecer el mejoramiento socioeconómico y ambiental de la población del municipio de El Tuma-La Dalia. Dinamizando los procesos organizativos, productivos y empresariales en las cadenas de valor del cacao, del arroz, de la miel y del maracuyá.
Y todo esto de la mano de aliados como la Asociación para la Diversificación y el Desarrollo Agrícola Comunal (ADDAC). La cooperativa Flor de Dalia, la Asociación de Desarrollo Social de Nicaragua (ASDENIC), el Instituto de Promoción Humana (INPRHU), y la Corporación Educativa para el Desarrollo Costarricense (CEDECO).
Aunque los beneficiarios directos del proyecto son 3.500 personas, la intervención va a generar beneficios indirectos a más de 60.000. Es decir, a toda la población del municipio de El Tuma – La Dalia. Los impactos de un proyecto como este van más allá de la formación y el empleo a sus destinatarios. Alcanzando elementos como la producción de alimentos más saludables a precios más accesibles y el fortalecimiento del sector agrícola, en toda su cadena de valor.
Hemos querido traer a las páginas de esPosible este caso como ejemplo de desarrollo local. Que además integra los principios de la sostenibilidad y que mediante una actuación concreta es capaz de generar impacto. Esta vez, positivo, al conjunto de la población.
Índice
La asignatura pendiente
Aunque sólo supone el 1% de la superficie cultivada del mundo, la agricultura ecológica ha venido para quedarse. Centroamérica se ha convertido en un enjambre de productores y cooperativas que, ayudados por la cooperación internacional, quieren acabar con las dificultades y comercializar sus productosEl proyecto del éxito
Nuestros entrevistados conocen la teoría y, por supuesto la práctica, de trabajar con mujeres, jóvenes, familias emprendedoras que producen cultivos orgánicos. Y que, a pesar de las dificultades, quieren comercializar mientras buscan el desarrollo personal y el de su país. Conoceremos cuatro casos de éxito que certifican el trabajo bien hecho.El sueño que abandonó la pobreza
Combaten los altos índices de migración y pobreza rural. También la inseguridad alimentaria mundial generada por el cambio climático. Por otra parte promueven el desarrollo social y económico de las comunidades rurales y los asentamientos urbanos y todo con un fin. Salir de la pobreza.
Sitio oficial: Revista esPosible
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