Hacía años que no comía palomitas de maíz de verdad y no esos plásticos de colores llenos de aditivos alimentarios que se venden en los cines o las artificiales para el microondas.
Pero gracias a tener un hijo pequeño resucitamos costumbres olvidadas que, como en este caso, son mucho más sanas. Y así las hemos hecho:
Los ingredientes solo son 75 gr de maíz en grano que se vende ya suelto, o todavía mejor si nosotros mismos desgranamos una mazorca de maíz seca.
Los hemos echado en una sartén caliente con el fondo cubierto por una capa ligera de aceite y hemos esperado unos minutos a que empiecen a saltar y formarse las palomitas. Entonces le hemos puesto una tapa a la sartén.
Con solo 75 gr hemos obtenido este bol tan grande.
Otra versión dulce es usar mantequilla en vez de aceite y una vez echas las palomitas rociarlas con un poco de miel o siropes.
Y no solo son una excelente opción de picoteo sano para nuestra serie de sábados vegetarianos y sabrosos sino que son un buen sustituto para los cereales de desayuno y de mucha más calidad que los copos de maíz azucarados.
¿Por qué complicarnos tanto la vida cuando solo con el grano de maíz en estado natural podemos tener unas auténticas palomitas?
Cuanto mejor nos iría si aplicásemos esta máxima: ¡del campo al plato¡