¿En cuántas ocasiones has hecho una lista de propósitos que no ha funcionado? Casi todas las personas parecen luchar para ser productivos y tener más tiempo libre. De hecho, una de las frases que más se escuchan es “no tengo tiempo”.
A menudo se sugiere que se hagan listas de objetivos o propósitos para comenzar a gestionar mejor el tiempo, pero estas tienen un lado negativo.
Digamos que comienzas a hacer la lista apuntando cosas en un folio. Lo que ocurre normalmente es que te puedes sentir saturado mentalmente al ver todo lo que tienes que hacer, lo cual te puede hacer sentir peor que antes. También puede que hagas la lista pero que no sepas cómo proceder para ejecutarla.
Las listas de propósitos pueden funcionar, pero si no las usas de manera efectiva harán que te sientas desilusionado y con más estrés que antes. Imagina una carpeta para organizar archivos; si no la estructuras y te limitas a meter papeles aleatoriamente, tendrá un efecto adverso. Lo mismo ocurre con las listas de propósitos, si no las haces bien te sentirás aún peor.
Los motivos más corrientes por los que no funcionan las listas de tareas
- Te puedes sentir abrumado con solo ver todo lo que tienes que hacer.
- No sabes cómo priorizar los propósitos de la lista.
- Puedes sentir que solo añades propósitos pero que no quitas ninguno.
- Confusión al ver una mezcla de tareas del hogar y del trabajo.
Ventajas de trabajar con listas de propósitos
Pero también hay ventajas a trabajar con listas:
- Tienes claridad de lo que necesitas hacer
- Te sientes menos estresado porque tus propósitos o metas están en papel y no en tu mente.
- Te ayuda a priorizar acciones.
- No se te olvida lo más importante que tienes que hacer.
- Te sientes más organizado y ayuda a planear.
Cómo hacer listas de propósitos o metas y no sentirte mal
1-Categoriza
El cerebro se abruma si tienes una lista de 10 propósitos, por lo que es importante que hagas distintas categorías y añadas 5 propósitos como máximo en cada una. Por ejemplo, puedes tener una lista de propósitos anuales y dentro de la misma dos tres categorías: personales, profesionales y del hogar. Además, puedes tener una segunda lista de metas semanales que tienes que conseguir para acercarte a tus propósitos, la cual se renovará cada semana.
2-Añade estimaciones de tiempo
Además de saber qué tienes que hacer, necesitas saber cuánto tiempo necesitarás para hacerlo. Imagina que tienes en tu lista una tarea que requiere 10 minutos, otra 30, otra 1 hora, otra 4 horas.
Para planificarte mejor necesitas saber cuánto tiempo dedicar a cada meta. Si no sabes cuánto tiempo te puede llevar cumplir con el propósito, comienza a cumplirlo y estima el tiempo que necesitarás de forma realista.
3-Prioriza
Para saber qué es lo más importante a hacer es necesario priorizar. Además, al terminar lo más importante para ti, te sentirás mejor y evitarás sentimientos de culpabilidad por no terminar cosas importantes.
Puedes añadir a tus propósitos 4 niveles de importancia: importante y urgente, no urgente pero importante, no importante pero urgente, ni importante ni urgente. Además de los propósitos/metas que son urgentes e importantes, selecciona aquellos que son importantes pero no urgentes. Esas metas se refieren normalmente al largo plazo y si solo haces cosas urgentes puedes sentir que no creces personalmente y que no construyes tu futuro, viviendo una vida rutinaria.
4- Evalúa
La mayoría de las personas hacen su lista de propósitos y se olvidan. Evidentemente con eso no es suficiente. Necesitas revisar la lista para ver si realmente estas consiguiendo lo que te propones.
Por ejemplo, puedes revisar la lista semanal al final de cada semana y usarla para planear tus acciones de la siguiente semana. Por tanto, la lista semanal no es rígida, sino flexible.
Selecciona lo que harás teniendo en cuenta tus prioridades y el tiempo que tengas, luego agenda esas acciones en tu calendario.
5-Apunta todo
Tu cabeza solo puede recordar 7-10 tareas sin saturarse, es necesario que apuntes todo lo que tienes que hacer que te acercará a la consecución de tus propósitos. Con este hábito te sentirás mejor y evitarás el estrés del trabajo.
6-Anota acciones resolutivas
Es importante que en las listas diarias que haces anotes acciones que te lleven a avanzar y que no anotes preocupaciones o problemas. Por ejemplo: comenzar primer punto del informe. Además, es recomendable que las acciones sean motivantes y te inspiren.
7-No dediques todo tu tiempo al trabajo
Una parte de la productividad es dedicar tiempo a cosas que te ayuden a recargar las pilas como familia, pareja, amigos, hobbies…
Conclusiones
Hacer listas de propósitos te ayudará a conseguir lo que quieres, además aliviará tu estrés y serás más productivo, pero solo si las haces bien. Si haces listas de propósitos de forma desorganizada y mal solo conseguirás el efecto contrario que buscas; más estrés, menos productividad y más culpabilidad por no alcanzar lo que te propones.
Autor: Alberto Rubín Martín de lifeder.com