«Por suerte la opinión pública todavía no se ha dado cuenta
de que opina lo que quiere la opinión privada»
Quino
Creo que es necesario aclarar una cosa. Un escéptico no es alguien que niega por sistema lo que se sale de la «versión oficial» o la «versión aceptada por la mayoría»…un escéptico es alguien que duda de todo por sistema e investiga hasta encontrar su propia explicación de las cosas. La raíz etimológica de la palabra es «el que duda, el que investiga».
También hay que aclarar que un dato objetivo no es lo que una empresa farmacéutica diga acerca de la salud de la gente, puesto que ese conglomerado empresarial es parte interesada, tal como nos mostró el Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts.
Tampoco son un dato objetivo las declaraciones de un político, también parte interesada (la mayor parte de partidos políticos reciben gran financiación de industrias farmacéuticas, armamentísticas, químicas, petroleras…) y tampoco es un dato objetivo lo que aparece en un periódico (si fuera así, todos los periódicos dirían lo mismo y en cambio puedes observar como una misma noticia, parecen dos distintas según el periódico que leas).
El sistema capitalista alimenta la desconfianza y la mentira; es poco probable que el dueño de una tienda te diga que tienen mejores productos en la tienda de la competencia, aunque sea verdad. Se le acabaría el negocio.
Por lo tanto, un escéptico lo que busca son datos contrastables y de lo que huye es de las certezas y los dogmas. Si puedes mirar con atención el vídeo de Teresa Forcades, sin ir mas lejos, te darás cuenta que huye de teorías descabelladas y se basa en datos 100% contrastables, la mayoría de ellos en la web de la Organización Mundial de la Salud, sin ir mas lejos.
Lo mismo sucede con los atentados del 11 de Septiembre de 2001. Un escéptico tampoco creería la versión oficial. Mas que nada porque la conforman una grave cantidad de contradicciones, inconcreciones y mentiras que a ojos de una mente despierta y limpia de prejuicios dejan una larga sombra de duda tras su paso.
Me gustaría mucho, de verdad, que quedara claro que es precisamente escepticismo lo que necesitamos. Dejar de creer con los ojos cerrados que las grandes corporaciones -Exxon, Shell, Baxter, Bayer, General Electric, JP Morgan, Roche, Citibank, Novartis, Repsol y un larguísimo etc- hacen cuanto pueden por nosotros y por este planeta.
Dejar de creer que los políticos son seres suprahumanos que trabajan para el beneficio de los ciudadanos. Dejar de creer que vivimos en un mundo feliz. Eso es verdadero escepticismo.
De otra forma, lo que hacemos es convertir la ciencia oficial en un dogma (religión) y el televisor o los MASSMEDIA en un sinónimo de verdad incontestable, cuando en realidad en la mayoría de los casos, su relación con la verdad pasa solo por retorcerla y manipularla en base a los intereses de su amo.
Esto ha quedado muy claro en el artículo (y soy benevolente al llamarlo artículo) publicado por El País acerca de Teresa Forcades. Uno de nuestros lectores alternativos desgranó a la perfección las técnicas usadas por esos periodistas para tratar de desmantelar sin ningún dato relevante el vídeo de Teresa acerca de los peligros de la vacuna de la gripe A.
Pero hay algo mucho mas peligroso: Con el miedo que nos causan con fantasmas llamados «terrorismo» o «gripe A» van recortando nuestras libertades. A eso se le llama Terapia de Shock. Creas una amenaza, la gente reacciona con miedo y entonces ofreces una «difícil pero necesaria» solución.
Soluciones como hacernos sentir a todos como terroristas potenciales. Soluciones como decirle a la gente que no se bese. Soluciones que siempre pasan por dividirnos, hacernos desconfiar del vecino y encima colocar las instituciones en el lugar de un -falso, muy falso- padre protector. ¿Cual será la siguiente amenaza? ¿Un meteorito acechando a la Tierra? ¿O tal vez una invasión extraterrestre?
Sé que da miedo pensar que hay gente poderosa a la que lo único que le importa es el dinero y no la salud y el bienestar del pueblo. Pero pensar lo contrario es probablemente un acto ingenuo que entrega nuestra alma, mente y cuerpo a corporaciones, gobiernos y grupos de poder.
Nadie dijo que vivir en estos tiempos fuera algo fácil, aunque en realidad, es probablemente una de las epocas mas apasionantes en las que vivir.
Solo podemos hacer algo. RESPONSABILIZARNOS. Animo a poner en duda nuestras creencias mas profundas (igual que intento hacerlo yo cuando noto que creo «demasiado» en algo) y entonces, las cosas empiezan a verse de otra forma. Entonces te das cuenta que cuando mas profundamente estás convencido de algo, menos escuchas y observas porque tu cabeza cree que ya ha dado con la solución final en ese tema.
No hay nada mas peligroso para una mente que la rigidez de sus ideas. El bambú es flexible y por eso cuando sopla el viento, en vez de romperse, se dobla.
Mientras dejemos que alguien piense por nosotros, no seremos capaces de hacerlo independientemente.
Mas información: El País
Contra-información: Webislam
Contra-información: Crisis Economica 2010
Vídeo: Campanadas por la Gripe A
Vídeo: Zero: Documental sobre el 11S
Vídeo: La Doctrina del Shock
En El Blog Alternativo: MASS MEDIA: Armas de destrucción informativa: Manual de cómo desmontar una verdad sin decir nada. En defensa de Sor Teresa Forcades
En El Blog Alternativo: ¿Aceptas el mundo tal como está? Vídeo con 33 acusaciones
En El Blog Alternativo: «El peor miedo es el que está en tu cabeza» entrevista con Pilar Jericó
13 noviembre 2009 20:59
Felicidades,muy bueno el post.
Enhorabuena por tu año!!!
14 noviembre 2009 11:25
Felicidades a todos! Sería imposible sin vosotros :D
14 noviembre 2009 12:06
Ostras, que bien expuesto y ligado… Desde luego, nos hace falta una buena revisión en cuanto a cómo utilizamos el lenguaje para recuperar su energía original.
Eso nos daría objetividad respecto muchas cosas a las que haces mención. Un gusto volver a leerte! Un Saludo.
19 septiembre 2010 22:07
Me ha encantado lo bien que lo has expuesto. Ahora hay un montón de páginas de los autodenominados «escépticos», que no son tales, sino pseudoescépticos, que lo único que hacen, si uno/a es capaz de extraer sus propias conclusiones, es servir de correa de transmisión del sistema y su cadudo paradigma dominante. No cuestionan absolutamente nada de lo transmitido por los medios oficiales, cuando todos sabemos el montón de intereses espurios que se mueven en las sociedades capitalistas, y se dedican a negar sistemáticamente, con una absoluta prepotencia e ignorancia aquellas áreas que cuestionan, de una forma o de otra, la visión dominante. Están obsesionados con atacar la parapsicología y áreas similares, cuando no tienen ni repajolera idea de lo que hablan. Presentan unos cuantos casos, más que dudosos, y con eso se quedan tan anchos para descartar sin más ciertos fenómenos, tomando la parte por el todo, y rechazándolo todo en bloque. Eso es completamente anticientífico. No hacen más que proteger el PODER, el SISTEMA, asi con mayúsculas. Estoy de acuerdo contigo; ojalá hubiera verdaderos escépticos que dudaran, no sólo de lo que les conviene, sino de todo y se dedicaran a investigar más antes de emitir opiniones infundadas.
Estos mal llamados escépticos no son más que otro tipo de creyentes; los creyentes en los dogmas científicios del paradigma dominante. Para ellos la ciencia oficial ha sustituido, soberbia y omnipotentemente, a los viejos dioses de antaño, pero esto es algo que estos falsos escépticos se niegan a ver.