“Una buena administración no es la que evita los riesgos,
sino la que permite recuperarse después de un fracaso”
Ed Catmull
Como decía Einsten «para conseguir resultados diferentes, no hay que hacer siempre lo mismo».
Este es también uno de los tres principios del éxito de Pixar que Lisa V. nos explica en su serie sobre esta empresa de animación por ordenador en El Lector Alternativo Opina.
Valores de creatividad, innovación, respeto, confianza y trabajo en equipo son el secreto de Pixar y también de cualquier iniciativa que queramos emprender en la Vida.
Esta es la receta:
PRIMER PRINCIPIO:
En las palabras de Catmull, “una buena administración no es la que evita los riesgos, sino la que permite recuperarse después de un fracaso”, y la clave está otra vez en tener un equipo sólido y ocurrente, preparado pero sobre todo leal y unido.
Respecto a un producto tan complejo como una película, la creatividad no puede ser sólo un recurso individual, sino más bien el producto de un grupo interdisciplinario que encuentra soluciones creativas a problemas de naturaleza muy distinta, como puede ser un punto de giro en la trama o los movimientos de cámara desde el punto de vista de un insecto.
A pesar de haber una primera idea de la que nace un film (high concept), se trata sólo del primer paso en un camino muy largo y complicado en el que 200-250 personas colaboran para dar respuestas originales a una infinidad de problemas técnicos y administrativos.
El trabajo del director es dar coherencia a todas estas ideas. Muchas de las premisas de películas como Wall-E, una historia de amor entre robots en un mundo post-apocalíptico, o Ratatouille, una rata que quiere ser chef, eran unas apuestas peligrosas pero acertadas.
Pero para ser innovadores hay que evitar la tendencia de minimizar los riesgos y repetir las fórmulas que ya tuvieron éxito (el mundo del espectáculo está lleno de copia más o menos logradas).
SEGUNDO PRINCIPIO:
No hay nada que temer en decir la verdad. En las reuniones diarias el objetivo es hacer un buen trabajo entre todos, el ego se anula y se da por supuesto que no hay nada personal en lo que se diga.
El punto de partida tiene que ser siempre el respeto y la confianza. Cada vez que se necesite ayuda, el brain trust, o sea el grupo de directores John Lasseter, Andrew Stanton, Brad Bird, Pete Docter, Bob Peterson, Brenda Chapman, Lee Unkrich, Gary Rydstrom y Brad Lewis, está siempre disponibile y accesible para buscar soluciones, pero sin imponer nada a nadie.
TERCER PRINCIPIO:
Hay que desafiar continuamente los presupuestos de nuestra cultura. Disney tenía una fórmula de la que les costaba salir porque era la que se estableció en la época de oro de Walt Disney. Como en el restaurante de Gusteau’s en Ratatouille, se reciclaban las mismas recetas para poderlas vender al por mayor. Hasta que, del individuo menos pensado, empiezan a surgir combinaciones nuevas que funcionan de maravilla.
Hoy en los parques temáticos los personajes creados por Pixar son más populares que los de Disney. Como Gusteau con Linguini, al final, en 2006, Pixar fue reconocida como la heredera legítima de Disney.
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En conclusión, la introspección y el autoanálisis no pueden cesar ni durante el éxito, dice Catmull. Reuniones diarias (daily reviews) y una dosis regular de nuevos fichajes garantiza una mirada siempre fresca que impida cristalizarse en el status quo y estancarse o cometer errores garrafales.
Para los que quieran escuchar la voz sosegada de este gurú, recomiendo el artículo “How Pixar Fosters Collective Creativity”, de la Harvard Business Review en la web audible.
También está disponible aquí.
Lisa V.
En El Blog Alternativo: Serie Pixar
Bibliografía sobre Pixar: Artículo 1 de la serie