Mantener unos dientes sanos es una inversión para toda la vida. Las enfermedades bucodentales más frecuentes como las enfermedades periodontales o la caries, entre otras, provocan limitaciones en la persona afectada y merman sus capacidades para llevar una vida normal, como impedirles morder, hablar o sonreír.
El tabaquismo, el consumo de alcohol y la mala alimentación. También la escasa o nula higiene dental son los factores de riesgo más comunes en la pérdida dental. La pérdida de algún diente puede llegar a crear dificultades físicas, sin olvidar las posibles repercusiones en el bienestar psicosocial.
Implantes dentales para sustituir las piezas perdidas
Uno de los tratamientos mejor valorados y más eficaces consiste en reemplazar los dientes perdidos por implantes dentales. Se trata de componentes que sustituyen eficazmente la raiz del diente. Al integrarse de manera fija en el hueso gracias al proceso de la osteointegración, que consiste en la unión del implante con el hueso. Una vez transcurrido el tiempo necesario para la osteointegracion, se empieza a hacer el trabajo protésico. Para rehabilitar el implante con una corona. De esta manera, ayudamos al paciente a recuperar la función, consiguiendo una dentadura sana y atractiva a la vista.
Así mismo, una buena atención y cuidado de los implantes, con especial empeño en la higiene, pues nos ayudará conservarlos durante largos periodos de tiempo, llegando incluso a durar más de 20 años. De esta manera, el implante consigue una excelente estética del diente que reemplaza evitando la molestia causada por la ausencia de la pieza. Haciendo posible, además, no sentir la vergüenza de la falta de uno o más dientes.
Tipos de implantes dentales
En la actualidad existen diferentes tipos de implantes. Pudiéndose clasificar, según el material de fabricacion, zona de colocación, tipo de restauración, tipo de conexión.
Según el material, se emplean dos materiales diferentes en los implantes, ambos biocompatibles, el zirconio y el titanio.
Según la zona de colocación, pueden ser endo-óseos y yuxta-óseos. ¿Cómo funciona? El primero se considera el más común y, mediante cirugía, consiste en la colocación del tornillo dentro del huesos del maxilar o mandíbula. Pudiéndose colocar en el hueso alveolar cuando las condiciones de calidad y cantidad de hueso son óptimas. En casos más complejos, se pueden emplear implantes pterigoideos, muy útil en caso de maxilares atróficos. O tambien los implantes cigomáticos. Que se trata de un tipo de implante dental que puede ser una alternativa a los procesos de injerto de hueso en los maxilares atróficos. O falta de masa ósea en el maxilar. En este tipo de técnicas de implantes dentales, los implantes son más largos. y se anclan al hueso de la mejilla o hueso cigotomático.
Los implantes yuxta-óseos
Los implantes yuxta-óseos radican en un marco de metal inserido en el hueso de la mandíbula, bajo el tejido de las encías. Este modelo se orienta a pacientes con una altura ósea mínima, y cuentan con el inconveniente de la osteointegración. Una cirugía más agresiva y una lenta recuperación posterior que da lugar a complicaciones mayores.
Según el tipo de restauración, pueden ser, cementado o atornillado. Los atornillados los más usados por su ventaja de poder conectar y desconectar la prótesis.
Los implantes de conexión interna
Segun la conexion, Los implantes de conexión interna llevan unos 20 años en el mercado e incluyen unos pivotes que se introducen en el implante, distribuyendo la fuerza a lo largo del implante, aumentan la resistencia, minimizando el riesgo de que el tornillo se afloje. se rompa o deforme. Los de conexión externa, por su parte, ofrecen una conexión del pilar con el implante de forma externa gracias a un tornillo. Pero presentan el inconveniente de posibles roturas o distensión a causa de las fuerzas oclusales.

21 marzo 2018 12:34
Tengo 70 años, operada del corazón hace 2 años, soy paciente anticoagulada, perdí casi toda mi dentadura, es posible adquirir una nueva? Gracias.