Ese padre de la viñeta de Jordi Labanda tiene razón: no podemos tener siempre el último modelo de todos nuestros caprichos pero podría hablar a su hijo a la cara y mirándole a los ojos y ya puestos, podría explicarle las causas:
Una época como la actual de crisis económica es un buen momento para que la familia entera que vive bajo el mismo techo y gasta de la misma cuenta bancaria reflexione sobre su consumo, sus aspiraciones, la felicidad y el resto del mundo. Desde la abuela hasta los niños pequeños.
Como explicamos en el post de «Decrecimiento, ostentación y humildad«, no son tiempos para exhibicionismos y superficialidades si queremos ser respetuosos con el clima social existente pero además, se trata de un cambio de paradigma en el que debemos tomar conciencia que el consumo desbocado es insostenible e injusto en un mundo finito.
Podemos explicar a nuestros hijos que vamos a seguir más a la hormiga sensata que a la cigarra, que los objetos hay que cuidarlos y reutilizarlos y no desecharlos a la primera oportunidad, que ganarse el suelo exige un esfuerzo importante y hay que gastarlo con responsabilidad y sobre todo, que hay que ser realista con nuestras aspiraciones materiales porque la felicidad no está en el último modelo tecnológico sino en seguir nuestro propio camino interior, en una actitud sana ante las circunstancias externas, sean estas como sean, y en los placeres cotidianos.
Y si nada de esto da resultado porque todos los amigos tiene el último skate, sólo queda decir: «pues yo te voy a buscar al cole todos los días«…
Vía chiste: Magazine de La Vanguardia
En El Blog Alternativo: Otras viñetas de Jordi Labanda