(Réplica de «La Cosecha» de Van Gogh)
«Cuando mis abuelos vendían huevos en el Mercado Central de Sabadell, a fuera en la calle, en torno a la plaza, siempre había las campesinas. Años más tarde, cuando mis padres siguieron con el puesto, las campesinas continuaban allí. Hoy ya no están. Y mis padres tampoco venden en el mercado.Y es que la crisis del campesinado, del comercio local, de los mercados… no es nueva, ya hace años que se arrastra. A las campesinas se las ha echado de los mercados. ¿Cuántos de los que entonces había continúan aún? Muy pocos»
«En Cataluña poco más del 1% de la población activa es campesina y su renta no hace nada más que disminuir. Entonces, hay que preguntarnos: ¿si el campesinado desaparece, en manos de quién está nuestra alimentación? ¿QUIÉN DECIDE AQUELLO QUE COMEMOS? Multinacionales como Monsanto, Cargill, Kraft, Nestlé, Carrefour o Mercadona acaban decidiendo qué, cómo y cuándo consumimos»
Esther Vivas
¿Dónde están las campesinas? es una pregunta crucial para analizar la sociedad donde vivimos, sus carencias y posibles soluciones y el título de un artículo de la activista y experta en consumo responsable Esther Vivas (1975).
La sociedad industrial y consumista fue haciendo desaparecer poco a poco la vida rural dejando el campo y la alimentación en manos de multinacionales y empresas químicas que pueden controlar el mundo a través de la comida y los precios, y esto no es ninguna exageración, sino una realidad que preferimos no ver.
Como el modelo de globalización actual también está en crisis y el mundo está a punto de hacerse más pequeño, como explicaba Jeff Rubin, lo rural y lo local vuelven a cobrar importancia y se presentan como la clave para mejorar nuestra salud a través de productos de temporada, de nuestro entorno y ecológicos, cambiar el panorama comercial dando vida a la población agraria (directamente o a través de COOPERATIVAS DE CONSUMO), y conseguir así soberanía alimenticia y mayor calidad de vida.
Esther Vivas es la autora de 5 libros entre los que destacan «Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos» y «Supermercados, no gracias», y en el artículo «¿Dónde están las campesinas?» desmitifica el brillo de los supermercados y nos anima a reflexionar sobre quién ha sustituido a los antiguos mercados y a las mujeres que cultivaban la tierra y sobre cómo aumenta el precio de los alimentos (llegando incluso al 1.000%) entre el campo y la mesa.
Porque el significado de las campesinas va mucho más allá del mercado y los conocimientos agrícolas de cultivar verduras e implica la supervivencia de una cultura de conexión con la Tierra, de remedios ancestrales, de sabiduría antigua, …
Afortunadamente existen iniciativas que permiten tener esperanza.
Y Esther Vivas se plantea lo siguiente:
¿DÓNDE ESTÁN LAS CAMPESINAS?
Cuando mis abuelos vendían huevos en el Mercado Central de Sabadell, a fuera en la calle, en torno a la plaza, siempre había las campesinas. Años más tarde, cuando mis padres siguieron con el puesto, las campesinas continuaban allí. Hoy ya no están. Y mis padres tampoco venden en el mercado.
Y es que la crisis del campesinado, del comercio local, de los mercados… no es nueva, ya hace años que se arrastra. A las campesinas se las ha echado de los mercados. ¿Cuántos de los que entonces había continúan aún? Muy pocos.
Paradójicamente, en muchos de estos viejos mercados, hoy reformados de forma “modélica”, les han instalado algún que otro «súper», símbolo de modernidad. ¿Espejismo de los tiempos que corren? Curioso. Precisamente, uno de los principales responsables de la crisis del modelo agrícola y alimentario, los supermercados, ocupan, y hasta sustituyen, lo que fueron espacios de compra habituales, y de socialización (no lo olvidemos!), de nuestras familias.
Y tomemos nota: todo dirigido bajo la batuta de aquellos que detentan el poder, en las instituciones, y enarbolan la bandera del progreso, instando al bien común, que, en cambio, sólo beneficia a una minoría. Ciudades para vivir, crecer y conocer o ciudades escaparate, para ir de tiendas, mirar y comprar. Parece que algunos, los de arriba, lo tienen muy claro.
Este próximo sábado, campesinos y campesinas nos convocan a salir a la calle, a una manifestación en Barcelona, exigen «precios justos en el campo y en la ciudad«. Y es que el diferencial medio entre el precio pagado en origen, al campesinado, y en destino, lo que pagamos nosotros en el supermercado, es de casi un 500%. En algunos productos, como las patatas, los tomates y las zanahorias, el diferencial supera el 1000%. Y son estas grandes cadenas de distribución al detalle, las que se llevan el beneficio.
En Cataluña poco más del 1% de la población activa es campesina y su renta no hace nada más que disminuir. Entonces, hay que preguntarnos: ¿si el campesinado desaparece, en manos de quién está nuestra alimentación? ¿Quién decide aquello que comemos? Multinacionales como Monsanto, Cargill, Kraft, Nestlé, Carrefour o Mercadona acaban decidiendo qué, cómo y cuándo consumimos.
El campesinado está en crisis, el mundo rural está en crisis, la pesca tradicional está en crisis y, no lo olvidemos, las trabajadoras y los trabajadores estamos en crisis. Y mientras algunos salen ganando con la crisis, hay otros como nosotros, los de bajo, que la pagamos.
Hoy en el barrio de Sant Antoni, en Barcelona, salgo a la calle. El mercado está en obras. En el periódico dicen que harán uno de más grande y mejor, con supermercado incluido, como hace unos años hicieron con el Mercado Central de Sabadell. Pero no dicen nada de todos aquellos y aquellas que han tenido que cerrar, de quienes se han quedado en el camino. ¿Historias de perdedores? Todo se repite y yo me pregunto: ¿Dónde están las campesinas?
Esther Vivas
Sitio oficial: Esther Vivas
Venta online libros de Esther Vivas
Más información: Editorial Icaria
Texto enviado por María de Mama Guinarda
En El Blog Alternativo: Sobre la población agraria
En El Blog Alternativo: Artículos sobre el mundo local
9 marzo 2010 07:38
Muchas gracias por el artículo.
Arriba las campesinas!!
9 marzo 2010 11:02
En cierta medida me recordais al libro «patas arriba el mundo al revés» de Galeano. Llevais a la luz y de manera documentada, verdades que se esconden.
Muchas felicidades de nuevo.
PD: Ayer, con tanta nieve, a muchos se nos olvidó que era el día de la mujer trabajadora!
Y hoy hace un sol….
Un abrazo
9 febrero 2011 10:44
artículo La huerta es femenina
18 octubre 2012 12:48
SER MUJER Y RURAL